¿Es el turismo una verdadera herramienta de desarrollo local?
En los últimos años la actividad turística ha estado arraigada fuertemente con el concepto de desarrollo local al ser considerada como una herramienta favorecedora e incentivadora de este proceso económico y social; sin embargo, en muchos de los proyectos turísticos que se desarrollan y que van acompañados de dicho término los beneficios para la comunidad receptora son mínimos e inclusive nulos, situación que se presenta debido a que los modelos y enfoques de planificación y gestión aplicados no han sido adecuados, por lo que vale la pena ahondar en aquellos factores que definen el que un proyecto turístico desarrollado con la finalidad de favorecer a la sociedad local cumpla con su objetivo.
De manera inicial resulta indispensable puntualizar brevemente tanto el concepto de desarrollo local como los enfoques en los que se encuentra sustentado, según la CEPAL el desarrollo local “es un proceso de transformación de la economía y la sociedad territorial orientado a superar las dificultades y exigencias del cambio estructural, la apertura y la globalización, con el fin de mejorar las condiciones de vida de la población local” (2001, pág. 12); en cuanto a los enfoques desarrollistas de lo local existen tres principales corrientes, las cuales apuestan a diversos actores de la sociedad como propiciadores de este tipo de desarrollo. El primero de ellos es el enfoque Neoclásico el cual define al mercado como el responsable del desarrollo local al corresponderle generar y asignar los recursos necesarios para su consecución, mientras que al Estado sólo le atañe eliminar los obstáculos que se presentan en las localidades y que pueden impedir que los mercados funcionen adecuadamente.